El trabajo utiliza datos de 12.000 empresas europeas para demostrar que, además de las grandes empresas, las medianas y las pequeñas también pueden actuar como agentes de cambio.
Al contrario de lo que defienden algunas teorías, las pequeñas y medianas empresas (pymes) pueden tener un papel clave en la transición digital, verde y social. “Las pymes pueden convertirse en agentes clave de la transición digital, verde y social si cuentan con las condiciones adecuadas y el apoyo del entorno.”
El estudio señala que las pymes necesitan capacidades estratégicas y el apoyo del ecosistema para lograr la transformación. “Hemos podido demostrar que, más allá de las grandes corporaciones, las empresas más pequeñas también pueden ser agentes de cambio si disponen de las condiciones adecuadas y del apoyo del entorno.”
Para los autores, la investigación aporta un mensaje esperanzador y a la vez exigente: “Las complementariedades entre digitalización, sostenibilidad ambiental y sostenibilidad social son relevantes. Cuando una pyme invierte en uno de estos ámbitos, genera efectos positivos en los otros. Pero esto solo pasa si existen las capacidades adecuadas para integrarlos y un entorno que apoye esta transformación.”
Según los resultados, las herramientas digitales básicas no garantizan por sí solas la preparación para transiciones avanzadas. “Disponer de capacidades estratégicas y dinámicas, como una orientación clara a la innovación, un capital humano cualificado y una buena salud financiera, marca la diferencia para las pymes.”
El estudio también identifica factores como propiedad de patentes y experiencia emprendedora, que aumentan las probabilidades de adopción de IA y prácticas de sostenibilidad, mientras que empresas sin interés en digitalizarse enfrentan más dificultades.
Dolores Añón explica que un concepto clave es el efecto de bloqueo digital, que dificulta avanzar más allá de las herramientas básicas. “No basta con movilizar capacidades digitales, se tienen que movilizar capacidades no digitales, como la cultura innovadora, el capital humano o la solvencia financiera.”
Los investigadores destacan que las políticas públicas deben fomentar la articulación entre tecnología, organización y entorno. “No se pueden limitar a promover la digitalización per se; hay que apoyar la I+D, el capital humano y los ecosistemas de colaboración en los que las pymes operan.”
El análisis europeo revela diferencias claras: pymes del norte y oeste lideran la adopción tecnológica gracias a ecosistemas más desarrollados, mientras que empresas del sur y este avanzan más lentamente por la falta de recursos y priorización política.
Los investigadores advierten que las pymes que no avancen en transiciones digitales, verdes y sociales corren el riesgo de perder competitividad. “Las pequeñas y medianas empresas pueden ser protagonistas de una Europa más verde, digital e inclusiva, siempre que tengan las capacidades adecuadas y el apoyo del entorno.”
Recomiendan evaluar el valor competitivo de la empresa y considerar la digitalización y sostenibilidad como palancas de transformación del modelo de negocio. “El riesgo de no avanzar es perder eficiencia y competitividad y consolidar un modelo económico de bajo coste con fuertes implicaciones sociales y laborales.”
Este proyecto se enmarca dentro de la misión de investigación de la UOC en transición digital y sostenibilidad, apoyando los ODS de la ONU, especialmente los números 8 y 9 sobre trabajo decente, crecimiento económico, industria, innovación e infraestructuras.


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